El cáncer de mama y la preservación de la fertilidad

Publicado el 13/09/2021

Se estima que en 2020 habrá cerca de 33.000 nuevos casos de cáncer de mama en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y el diagnóstico precoz sigue siendo una de las claves para superarlo. El hecho de que este tipo de cáncer sea el más frecuente en la mujer y que muchas mujeres pospongan cada vez más su intención de ser madres, da lugar a que puedan llegar a esta situación sin haber cumplido su deseo reproductivo.

Y es que la incidencia del cáncer de mama en mujeres por debajo de los 40 años sigue una tendencia creciente. Pero a la vez, también aumenta la supervivencia de las pacientes por tratamientos cada vez más eficaces y por el diagnóstico temprano. Por ello, la preservación de la fertilidad cobra cada vez mayor importancia ante un diagnóstico del cáncer de mama. Y en este sentido, la información que se facilita por parte de los equipos médicos que atienden a la paciente oncológica previo al tratamiento (ginecólogos, cirujanos y oncólogos) es clave para el futuro reproductivo de estas mujeres.

Gracias a los últimos avances y tratamientos en el campo de la reproducción asistida es posible que, en la actualidad, las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama tengan la posibilidad de preservar la fertilidad antes de someterse a tratamientos quimioterápicos que mermaran su capacidad reproductiva.

A través de las técnicas de vitrificación de ovocitos se permite conservar sus óvulos congelados para que puedan ser fecundados en un futuro y una vez superada la enfermedad.

Más posibilidades con diagnósticos tempranos

El diagnóstico precoz en los procesos oncológicos de la mama es vital, pues el pronóstico y las expectativas de curación total de las mujeres mejora. Además, la información de los profesionales a la paciente acerca de la posibilidad de preservar su fertilidad hace que, en muchos casos, el tratamiento posterior sea solo un paréntesis en mujeres que por el cáncer han tenido que posponer sus deseos de tener un hijo.

Para preservar la fertilidad en estas pacientes, lo importante es que el proceso sea ágil y rápido, de manera que puedan comenzar sus tratamientos oncológicos o ser intervenidas lo más pronto posible. Por ello, en reproducción asistida se utilizan protocolos de estimulación ovárica adaptados e individualizados en función de la paciente y el tipo de tumor.

Aunque es necesario estudiar cada caso en particular, es importante que la mujer se encuentre en una etapa temprana de la enfermedad, valorar su situación clínica y las posibilidades de recurrir a esta técnica, así como otros factores que pueden influir como la edad o el inicio del tratamiento oncológico, entre otros.

Esta técnica consta de una primera fase de estimulación ovárica, que se realiza de manera controlada por el especialista en reproducción asistida. Después, se extraen los ovocitos que han madurado mediante punción y, por último, los óvulos maduros recuperados en el laboratorio son crioconservados en nitrógeno líquido y a bajas temperaturas hasta el momento en que la paciente pueda utilizarlos. La técnica permite mantener las mismas características que tenían los óvulos en el momento de su congelación.

La Fundación Ginefiv ofrece desde hace más de una década tratamientos de preservación de la fertilidad gratuitos para pacientes oncológicos.