Cómo afecta el ejercicio a la fertilidad

Publicado el 13/09/2021

Actualizado el 12/07/2022

El paso de una vida sedentaria a un ejercicio muy extremo y no regular, para cumplir el objetivo de bajar de peso lo antes posible, puede ser contraproducente para la capacidad reproductiva, llegando incluso a provocar, en el caso de las mujeres, trastornos como amenorrea (ausencia de menstruación).

El deporte intenso y la fertilidad

“Cuando el balance energético es negativo, baja la proporción de grasa corporal y los niveles de glucosa en sangre, que influye en la producción de hormonas como la insulina o la leptina y puede provocar que desaparezca la ovulación”, explica la Dra. Verdú.

Por eso, si la mujer está tratando de quedarse embarazada o sometiéndose a un tratamiento de fertilidad esta práctica puede repercutir en menores probabilidades de implantación del óvulo.

Además, como han demostrado diversos estudios científicos, el consumo de esteroides o anabolizantes por parte de algunas personas que realizan ejercicio físico muy intenso puede reducir los niveles hormonales de testosterona, así como disminuir el tamaño testicular y el número de espermatozoides.

 

Ventajas del ejercicio moderado

Por todo ello, conviene recordar que la práctica de ejercicio moderado y regular mejora la calidad de vida, reduce la posibilidad de padecer ciertas enfermedades y además, si se está buscando un embarazo, ayuda a rebajar los niveles de estrés, proporciona energía, ayuda a controlar el peso y a mantener activo el cuerpo.

Pero, en cambio, el exceso de deporte y las largas sesiones de ejercicio físico intenso pueden repercutir en la fertilidad, afectando en la capacidad reproductiva de hombres y mujeres que desean ser padres, causando desequilibrios hormonales que alteran la ovulación en las mujeres, y afectando a la cantidad y movilidad del esperma en el caso de los hombres.

Los especialistas recomiendan incorporar el deporte de forma moderada en la rutina diaria, controlando siempre la intensidad, sin exceder más de cuatro horas de ejercicio físico a la semana, y controlar asimismo la alimentación. 

Según el estudio “Conocimiento y Hábitos de fertilidad de las mujeres”, elaborado por Ginefiv a más de 300 mujeres, el 53% de las encuestadas solo practica deporte ocasionalmente y un 27,3% lo hace al menos 2 o 3 veces por semana.