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Actualizado el 21 de abril de 2022.

La endometriosis es una de las afecciones ginecológicas más frecuentes y una de las principales causas de infertilidad femenina. Alrededor de un 8-10% de las mujeres en edad reproductiva padece esta patología que, además de múltiples molestias, puede estar dificultando la consecución de un embarazo.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina, principalmente en los ovarios (endometriomas), trompas de Falopio y pared pélvica o peritoneo, pero también en el tracto intestinal, tracto urinario, vagina, o incluso pulmón o tórax.

Aunque se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, hay factores genéticos que predisponen a ciertas mujeres a padecerla.

  • Grados de severidad de la endometriosis

La endometriosis se puede clasificar en cuatro estadios según el grado de severidad: endometriosis mínima, leve, moderada y severa (estadios I, II, III, IV). En el primero hay adherencias laxas e implantes superficiales en el ovario, mientras que en el último, los implantes son profundos, los endometriomas, ocupan gran parte del ovario. En muchas ocasiones estos son bilaterales, las adherencias son firmes, y los implantes van más allá del aparato reproductor.

La obstrucción tubárica, o de trompas, es también un caso de infertilidad femenina.

 

¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?

Típicamente, esta enfermedad causa dolor pélvico crónico que se traduce en menstruaciones dolorosas, dolor intermenstrual  y relaciones sexuales dolorosas. Aunque, de forma general se presenta con una gran variedad sintomática, siendo muy controvertida la relación entre dolor, el estadio de la enfermedad y su localización. En la mayoría de las ocasiones, se trata de una afección progresiva.

 

¿Cómo se diagnostica una patología como la endometriosis?

  • Ecografía vaginal

El diagnóstico se realiza mediante ecografía vaginal, con un patrón específico de los endometriomas, aunque en otras ocasiones se puede presentar con imágenes ecográficas más heterogéneas, con tabiques y niveles.

  • Laparoscopia

En muchas ocasiones el diagnóstico definitivo se confirma mediante laparoscopia para la extirpación del quiste (endometrioma), cuyo aspecto típicamente es achocolatado, por lo que también se denominan quistes de chocolate.

En otras ocasiones puede existir un dolor pélvico crónico y se diagnostica por laparoscopia la presencia de implantes endometriósicos y adherencias pélvicas asociadas. Aunque, actualmente, la excelente calidad de la ecografía vaginal evita en gran parte la necesidad de una laparoscopia.

  • Marcador en sangre Ca 125

Existe, asimismo, un marcador en sangre, Ca 125, que suele elevarse cuando se padece esta patología, pero actualmente se considera poco específico, pues puede verse alterado también en otras circunstancias como los miomas, la enfermedad inflamatoria pélvica o la menstruación. Este marcador tiene valor limitado en los estadios I y II.

 

¿Cómo afecta la endometriosis a la posibilidad de conseguir un embarazo?

La endometriosis está muy relacionada con la infertilidad femenina. Aproximadamente un 30% de las mujeres que la padecen, tienen serias dificultades para conseguir un embarazo.  Así, la fecundidad mensual (posibilidad de embarazarse por ciclo) es del 15-20% en mujeres sanas y del 2-10% en mujeres con esta patología.

Y es que la endometriosis distorsiona la anatomía, alterando la disposición de las trompas, generando adherencias y dificultando la captación del óvulo por la trompa. Además, puede asociarse con una disminución de la calidad de los gametos y de la implantación. 

 

¿Cómo me puede ayudar la reproducción asistida si padezco endometriosis?

La endometriosis sigue representando un desafío para la medicina reproductiva hasta el punto de que todavía no existe un consenso claro sobre la mejor forma de abordarla.

En líneas generales, si el estadio es leve (I) o incluso en ocasiones II, la paciente es joven, el tiempo de esterilidad corto (de 1-2 años) y la permeabilidad tubárica no está afectada, se puede realizar alguna inseminación artificial o simplemente estimulación ovárica.

Sin embargo, la técnica que más posibilidades ofrece es la fecundación in vitro, ya que en muchas ocasiones las trompas se ven afectadas y esta es la opción adecuada.

Cuando el grado de endometriosis es muy severo, el acceso a los ovarios para punción ovárica es imposible por las múltiples adherencias y, además, la posibilidad de obtener óvulos es muy baja porque ha habido varias intervenciones y la reserva ovárica es baja, no queda más remedio que recurrir a ovocitos de donante. De hecho, el 10% de las receptoras de ovocitos padecen esta enfermedad.

Por ello siempre debe individualizarse mucho cada caso y su abordaje y, así, según el estadio de la endometriosis, su sintomatología y la edad de la paciente, actuar en consecuencia.

 

¿Cómo se trata la endometriosis?

En los casos de dismenorrea y dolor pélvico se debe de iniciar un tratamiento con antiinflamatorios o con anticonceptivos y reservar la cirugía para una segunda línea de actuación.

Es importante intentar prevenir las recurrencias, para lo cual se utilizan anticonceptivos y gestágenos. Durante muchos años se han utilizado análogos de GnRh tras la cirugía para disminuir el riesgo de recidiva, ahora este tratamiento está en entredicho, por los síntomas de menopausia que produce.

Pese a todo, la enfermedad mejora de forma ostensible con el embarazo, pudiendo considerarse que esta es en realidad la mejor terapia para la endometriosis.

 

La vitrificación de óvulos, ¿una opción para prevenir la infertilidad femenina?

Sabiendo que la endometriosis es progresiva y que, a su vez, la edad es un factor determinante para la infertilidad femenina, sí está indicado preservar la fertilidad, es decir, vitrificar ovocitos para poder intentar un embarazo más adelante, con un diagnóstico de endometriosis leve o moderada, antes de que la enfermedad progrese.

Para ello, la edad debería de ser inferior a 35 años. En casos severos se puede intentar, siempre y cuando se pueda acceder a los ovarios, en la punción ovárica.

 

La endometriosis, a debate

La influencia de los endometriomas ováricos en los tratamientos de reproducción es tema de debate. Hay que diferenciar entre pacientes con endometriomas que van a ser sometidas a un ciclo de FIV que no han tenido cirugía previa y las que ya han sido operadas de un endometrioma.

  • ¿Tiene éxito un tratamiento de FIV con endometriosis?

También hay que diferenciar si los endometriomas son en un solo ovario (unilaterales) o bilaterales (en ambos ovarios) además de sus tamaños. Surge la duda de si la intervención puede mejorar los resultados del ciclo de FIV o no.

  • Extirpación de quistes antes de un tratamiento FIV

La extirpación del quiste ofrece como ventajas la confirmación del estudio histológico y el mejor acceso de los folículos en la punción ovárica; y como inconveniente muy a tener en cuenta en reproducción asistida, la disminución de la reserva ovárica (siempre se extirpará algo de tejido ovárico sano) y el riesgo de la cirugía en sí. Por todo ello es importante valorar cada caso de forma individual.

Si el tamaño del endometrioma es mayor de 4 cm, sí está aconsejada la cirugía previa al ciclo de FIV, siempre que no haya cirugía previa por endometriosis. También se aconseja cirugía previa si el crecimiento del quiste o endometrioma ha sido rápido, hay elevación de marcadores tumorales, las características ecográficas del quiste no son tranquilizadoras, o existe dolor crónico asociado.

La laparoscopia es la técnica quirúrgica de elección, ya que permite una visión general de las lesiones y la recuperación posquirúrgica es más rápida. Tiene que ser una cirugía lo más conservadora posible, manteniendo la mayor parte posible de tejido sano. La resección o ablación de los implantes endometriósicos puede ser beneficioso para reducir el dolor asociado a esta patología y mejora la fertilidad.

  • ¿La estimulación ovárica empeora la endometriosis?

Por otro lado, todos sabemos que se trata de una patología hormono-dependiente, por lo que surge la duda de si la estimulación ovárica empeora la endometriosis. Sin embargo, no existen datos científicos que apoyen esta hipótesis, no hay más recurrencias de endometriosis en pacientes sometidas a FIV. En cambio, parece que sí influye en las recurrencias, el dolor pélvico crónico y la edad de la menarquia.

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