La importancia de la alimentación en la fertilidad

Publicado el 13/09/2021

Una alimentación saludable es clave para cuidar la fertilidad y mejorar las posibilidades del embarazo. Sin embargo un porcentaje importante de mujeres que desean tener un hijo no lleva una alimentación variada, ni cuida su peso. O desconoce cuáles son aquellos alimentos que pueden mejorar la fertilidad, y los que pueden dañarla.

Estas y otras conclusiones se desprenden del estudio Conocimiento y hábitos de la fertilidad de las mujeres, realizado por  y que se ha presentado con motivo del Día Mundial de Alimentación. El análisis revela, por ejemplo, que una de cada cinco mujeres no cuida su peso de forma habitual, a pesar de que éste repercute negativamente sobre la capacidad reproductiva. De hecho, hasta un 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de alteraciones del peso, en las que la alimentación juega un papel importante.

 

Hábitos saludables para la fertilidad

El estudio, realizado a través de una encuesta en la que han participado cerca de 300 españolas, muestra la influencia de conductas saludables para prevenir y evitar problemas en la consecución del embarazo. “Una dieta equilibrada y mantener un peso saludable son factores clave ya que pueden ayudar a la hora de concebir”, afirma la Dra. Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de Ginefiv. “El actual estilo de vida hace que dejemos a un lado productos tan fundamentales como las frutas y verduras que incorporan componentes importantes para cuidar la fertilidad. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina C en la dieta del hombre puede contribuir en la fertilidad espermática reducida, así como la ingesta insuficiente de ácido fólico tienen una mayor posibilidad de aborto espontáneo en las mujeres”.

Y es que mantener unos hábitos alimenticios incorrectos afecta a la fertilidad, tanto de mujeres como de hombres. Por eso, los expertos aconsejan “una variedad de alimentos de todos los grupos, bajos en grasa y de alto valor nutricional, para asegurar que las parejas que buscan el embarazo ingieran las vitaminas y minerales necesarios para una función reproductiva óptima. Una dosis excesivamente elevada de vitaminas o minerales también puede hacer que los niveles de fertilidad disminuyan, por lo que hay que buscar el equilibrio. De la misma manera que una dieta baja en calorías, una deficiencia de nutrientes o exceso de sobrepeso pueden perjudicar la ovulación”.

 

Una alimentación equilibrada

Aunque 8 de cada 10 mujeres en edad reproductiva consideran mantener una dieta equilibrada (86%), solamente el 30% consume cinco piezas de fruta o verduras al día, alimentos fundamentales puesto que contienen vitaminas y nutrientes esenciales para mantener un buen estado de la salud reproductiva, como por ejemplo micronutrientes que permiten eliminar los radicales libres, moléculas nocivas para nuestro organismo que pueden llegar a provocar daños en los óvulos, los espermatozoides y los órganos reproductivos.

Se aconseja, asimismo, incluir en la dieta alimentos ricos en fibra y reducir la cantidad de carbohidratos refinados, azúcares y grasas; incorporar productos que contengan calcio y ácido fólico -éste último presente en lentejas, espárragos o brócoli, entre otros-, pues se ha comprobado que el consumo de 400 microgramos de ácido fólico diarios permite reducir el riesgo de aborto espontáneo. Y no olvidar el calcio, esencial para la salud de la madre y del feto, y ayuda a mejorar la fertilidad masculina.

 

Vitamina D, fundamental para la fertilidad

Por otra parte, la vitamina D es fundamental para el metabolismo óseo y el equilibrio del calcio y fósforo. La carencia de ésta puede aumentar los abortos en las primeras semanas de embarazo y causar la aparición de complicaciones durante la gestación. Según investigaciones recientes, esta sustancia mejora las condiciones del endometrio para que el embrión tenga más posibilidades de implantación. Este elemento vitamínico se puede obtener a través de alimentos como la leche, el huevo o los pescados azules, por lo que se recomienda incorporarlos en los hábitos nutritivos.

Finalmente, se debe evitar el consumo de cafeína y alcohol. El exceso de cafeína puede reducir el número de ovocitos reclutados y de embriones de buena calidad. De igual manera, la ingesta elevada de alcohol incide en la calidad del esperma de los hombres, y provoca ciclos menstruales irregulares y períodos anovulatorios, en el caso de las mujeres.

 

El aumento del peso reduce la fertilidad

El peso corporal tiene importantes implicaciones en las posibilidades reproductivas de una pareja. Un cambio drástico en el peso, ya sea por aumento o por pérdida, puede ser un componente que cause infertilidad. Por eso, es vital controlarlo si se desea lograr el embarazo. En este sentido, la obesidad hace que la gestación por reproducción asistida disminuya en un 33% en las mujeres obesas, y un 50% en las muy obesas. Y es que éstas necesitan unas dosis mayores de gonadotropinas, una estimulación ovárica más larga y, además, presentan un mayor riesgo de aborto.

Pero el exceso de sobrepeso también tiene consecuencias para la fertilidad del hombre: puede causar disfunción eréctil y una disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales. De hecho, se estima que diez kilos de más en el hombre aumenta en un 10% sus problemas de infertilidad. “La grasa corporal ejerce un efecto en la producción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que es esencial tanto para la ovulación regular en las mujeres, como en la producción espermática en los hombres. Específicamente, la GnRH activa la secreción de la hormona luteinizante (LH) y de la hormona folículo estimulante (FSH), ambas esenciales para el desarrollo de óvulos y espermatozoides”, explica la Dra. Verdú.

Por ello cuidar nuestro peso y mantener una dieta equilibrada, puede contribuir a mantener y mejorar nuestra fertilidad.